Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arrojan que en México circulan más de 45 millones de vehículos automotores, incluyendo
automóviles, camiones y camionetas para pasajeros, camiones para carga y motocicletas, así como el tipo de servicio oficial, público y particular.
En el Valle de México las emisiones generadas por vehículos representan hasta un 60% de la contaminación total por partículas suspendidas gruesas, como
reportan los estudios de la Organización de Naciones Unidas (ONU), siendo lo más alarmante que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada
año mueren en el país más de 14 mil personas a causa de enfermedades asociadas a la contaminación del aire.
México es un país con una importante dotación de recursos naturales, entre los cuales se contempla la reserva de gas natural que es considerado un importante
combustible e insumo industrial por sus ventajas comparativas de precio e impacto ambiental.
Durante las últimas semanas los consumidores han tenido que sumarse a la estrategia del gobierno contra el robo de combustibles haciendo largas filas para
cargar el tanque o utilizar otros medios de transporte.
El gas natural usado como combustible vehicular, además de ser accesible económicamente y ayudar a contrarrestar el desabastecimiento de combustibles
tradicionales, es ecológico y no permite tomas clandestinas debido a la presión a la que se encuentra en los ductos. Además, es un combustible seguro que no
puede generar grandes explosiones ya que al contacto con el aire se dispersa.
En México se comenzaron a operar vehículos cuyos motores funcionan a gas natural vehicular (GNV) desde hace 10 años, aumentando de manera constante el
parque vehicular, impactando de forma instantánea al transporte de algunos estados que han visto grandes ahorros y beneficios ecológicos en su utilización.
El GNV provee una serie de beneficios con un impacto a nivel económico y ambiental. Si se compara su precio con la gasolina magna y el diesel, existe una
diferencia de hasta el 50%. Además, reduce emisiones en un 90% de monóxido de carbono (CO), 30% de dióxido de carbono (CO2), 100% de partículas
suspendidas y no produce óxidos de azufre (SOX).
Descontaminar el aire de las principales ciudades de México implica enormes beneficios en la salud reflejados en disminución de la morbilidad y mortalidad y
sus consecuentes efectos en el aumento de bienestar y de productividad de la población. Siguiendo la experiencia internacional, una solución muy ventajosa
desde el punto de vista social es incentivar la incorporación del gas natural vehicular en los camiones, taxis y también flotillas que circulan por el país, debido
al significativo aporte a la reducción de la contaminación que es posible lograr mediante su uso.
En este sentido, la Asociación Mexicana de la Industria del GNV (AMGNV) indicó que el valor de este sector tendrá un crecimiento exponencial, debido a las
políticas mundiales de transición energética. Se precisó que el mercado del gas vehicular se desarrollará en los próximos años, ya que la reforma energética
permite el servicio multimodal en las estaciones de servicio, el incremento en la oferta de vehículos que funcionan con combustibles alternativos, así como el
crecimiento de las reservas de gas existentes en México.
Fuente: Programa radial «Gas Vehicular»